En la era que vivimos y aun más en países desarrollados los médicos dan los diagnósticos en seco, de manera directa, sin medias tintas, en parte se están protegiendo ante las demandas, -que por guardar algún resultado- pueden llevar a cabo pacientes y familiares, pero que tan aceptados son y ¿cuanto pueden dañar a los enfermos?. Pues un diagnóstico directo, de cáncer, provocó hace muy poco un infarto masivo a una colega cubana que acababa de llegar a los Estados Unidos, no todas las personas están preparadas para la aceptación de estos serios pronósticos de vida o de salud.
Sin embargo viviendo en estos tiempos de tantas epidemias, expuestos a tantas radiaciones, malas dietas, cambios climáticos entre otros aspectos todos debemos estar preparados para recibir tales diagnósticos y acogerlos en posición de aprender, de luchar, de superar, porque no es menos cierto que también hay muchos medicamentos nuevos, tecnologías avanzadas que hoy en día están dando grandes resultados en la cura de Cáncer y Sida, dos de las enfermedades devastadoras que atacan cuando uno menos lo espera y que no escogen sus victimas, cualquiera puede estar hoy sano y mañana ser un enfermo más.
Desde mi propia experiencia -como suelo hacer en mis artículos- les narraré brevemente que en el año 2004 recibí un diagnóstico entre otros tres de metástasis de cáncer oseo en la columna y para el médico sólo me quedaban meses de vida, hoy que escribo desde mi computadora, año 2009, no se ha cumplido aun el momento de partir, porque para mi ningún médico puede predecir la muerte de una persona, ni ningún psiquico, sólo lo sabe el Creador del Universo, o como usted le llame si es religioso.
En el momento que yo como ser humano recibí el diagnóstico, sentí resequedad en mi boca, mi voz se puso temblorosa, sudé, todo eso paso en muy breve tiempo, al salir de la consulta, en el automovil, -me hablé a mi misma-, diciéndome -no puede nadie determinar la suerte de otra persona-, ya que existen las remisiones espontáneas en casos de cánceres, sida, la sanación, los milagros, la curación, y hay un mundo lleno de nuevas técnicas y medicinas alternativas, entonces me dí a la tarea de informarme, leer, investigar y vivir cada día como si fuese el último, dejé atrás el pasado, los recuerdos tristes, todo lo que cargaba en una mochila a las espaldas que me afectaba, -porque los recuerdos negativos afectan- empecé a salir y contactar la naturaleza, a crearme metas a corto plazo de cosas que deseaba hacer y no las había hecho por el estres en que vivimos, decidí salir de las deudas que nos tensan, porque uno no se lleva nada material cuando sale de la tierra, en fin cambié mi vida.
Nunca más pensé en los diagnósticos y otros que llegaron después sólo los he pensado solamente para darle alguna solución. Nadie es inmortal, lo normal es morir y lo que esta fuera de nuestro alcance es nacer, eso no lo escogemos, una vez que ya estamos en la vida hay que irse del viaje en algún momento, ya sea por enfermedad, accidente, vejez, en fin, sin remedio, -para que vamos a pensar en ello-, lo que hay es: que vivir, y hacerlo con alegría, digan, lo que digan, enfrentes lo que enfrentes, para los diagnósticos sombríos, sólo hay una solución, vivir cada día con alegría, tener metas y luchar por mejorar la calidad de vida !pensar que sí se pueden vencer!.
Nuestra mente juega un papel fundamental en los pensamientos, acciones y curaciones. Si pensamos positivos, vamos a atraer hacía nuestra vida lo mejor. A los enfermos les digo: ser positivos, alegres y buscar ayuda en los vastos mundos de la medicina alternativa y tradicional. A los familiares de los enfermos les digo: dar apoyo emocional y mucho amor. Esos consejos pueden hacer mucho para alejarnos de tales serios diagnósticos.
Acerca del autor:Vivianne Alegret, nació en La Habana, Cuba, ha ganado premios literarios, reside en Estados Unidos y España, imparte desde 1998 charlas de autoayuda.
Fuente: Artículos Gratuitos Online de Articuloz.com - http://www.articuloz.com/otros-articulos/superar-diagnosticos-sombrios-1089180.html
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