miércoles, 6 de enero de 2010

UNA AMARGA EXPERIENCIA DE HOSPITAL

Una amarga experiencia de Hospital.

Siempre había escuchado decir que el Baptist Hospital de Miami, es uno de los mejores centros de salud de la ciudad. Y lo creo así. Sin embargo no es un asunto de la instalación, es el personal quien le da la buena o mala fama a un lugar.

Después de la experiencia que a mí, en lo personal, me toco vivir, yo no deseo volver a estar en ese lugar. Quiero ver si puedo borrar esta experiencia de mi mente. Y hoy escribo sobre ello a ver si puedo liberar lo que aun mi alma conserva con cierto dolor físico y emocional, para dejar a un lado la impotencia de no haber podido, pues de haber tenido mejor salud, hubiese podido resolver el problema de la manera más conveniente, a favor de este Hospital..
También es digno de contarlo por los enfermos y sus familiares para que cuando alguien este ingresado se le acompañe, y no le dejen solos el mayor tiempo posible.
Al llegar al Hospital y entrar en emergencia fue muy bueno el servicio, las 24 horas siguientes la atención fue muy correcta y buena, solo que al pasar a la sala de ingreso todo es diferente.
Primero a veces pasa el primer día y llega el segundo, si no te puedes mover o caminar esperas que alguien té de un aseo personal, pero no pasa nada y no sabes quien te lo va a dar. Lo pides y no cae muy bien. Puede que te lo hagan pero de mala gana o carácter. Y créanme no miento. Prefiero no quejarme porque suele ser muy agravante cuando pides algo, como esto que les cuanto a continuación:

Resulta que una mañana llega una enfermera que habla español, para mí fue una alegría, era de mi país y se lo comente, parece no le gusto mucho o no le cayo bien. Ya que dijo ella había venido muy pequeña a este país. Que no recordaba mucho de Cuba. En fin mas tarde su asistente me toma la presión y esta me da alterada. Para mí 100 de mínima es alta. Al saber esto la llamo al teléfono de la enfermera, ese que te escriben en una pizarra y le comento que si ella me podía dar la pastilla que yo tomo para la presión porque yo estaba temerosa con esa presión. Me dice que me la daría pero que estaba ocupada, eran las 12 del día, pensé déjame esperar hay muchos pacientes peores, a la hora la volví a llamar y me dijo tengo la Dra. en la línea, cuelga para decírselo. Colgué y seguí esperando.
Al rato casi las dos de la tarde, la siento en voz muy alta hablando mal de mí, con un acompañante de otro paciente, entra en mi cuarto me da la pastilla, enfadada expresándose acerca de mi persona que no podía yo creer lo que escuchaba, puesto que esta persona no me conoce, no he conversado absolutamente nada acerca de mi vida ni de nada, yo estaba allí para curarme simplemente de una pancreatitis y necesitaba bajar mi presión arterial.
Ese fue el móvil para que esta enfermera, hablara con la doctora de medicina interna que el día anterior me pareció muy afable, y esta viniera a darme de alta solo a unas horas de que me diera la pastilla. La Dra. Era su amiga, su compañera de trabajo y ella le dijo que me echara del hospital. Pues bien le pregunte a la Dra. Si ella era responsable de lo que estaba haciendo. Note que esta titubea y dijo -bueno vamos a esperar a mañana-. Al rato vino entonces el supervisor de turno, que le explicara que paso y le dije de mi parte -nada. Pero insistió y le pregunte que ¿que deseaba que yo le contara?, puesto que la enfermera no quiso venir mas a mi cuarto, la llame para hablar y me dijo -que no tenia nada que hablar conmigo-, entonces le dije algo que ella grabo y estuve de acuerdo que lo grabara en su Tel. –yo no vine a aquí a quejarme de los trabajos de las personas vine a curarme- y además le dije –cuando vi que hablabas español me pude muy contenta-
El supervisor simplemente no hizo nada mas estaba enviado por la enfermera. Y esa noche aun como a las siete gritaba la enfermera desde fuera de mi habitación -si estos dos no han podido sacarte ya veras lo que te espera-.
Y así fue. A las 11 llegaron a sacarme sangre, seis pomos, era esto un gran problema y la Dra. lo sabia por tener las venas del único brazo que se me podía sacar muy débiles y dañadas. Un CT scan a las tres de la madrugada de cerebro, me pasaron sueros de potasio muy dolorosos, a goteo rápido, y se supone que me daba la Dra. el alta porque el potasio estaba normal. Me dieron potasio a tomar, liquido, desconectaron el botón que comunica con las enfermeras no funciono toda esa noche. Por ultimo enviaron a un psiquiatra a mi cuarto, por si me quejaba decir quizás que estaba mal de la cabeza o vaya usted a saber.

Si no me daba el alta obligadamente, yo la iba a solicitar a petición bajo mi responsabilidad. Se que no salí del todo recuperada pero no quise pasar otra noche de tortura como esa, por algo personal, por no caerle bien a una enfermera, una profesional de la salud.

Soporte ese calvario pero ¿cuantos pacientes no habrán pasado por estas cosas y otras, sin poder hacer mucho como me paso a mí?, no tenia un doliente cerca para que le saliera al paso y palpara lo que allí sucedió. Es lamentable.

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